MONICION ENTRADA
Buenos días (noches) hermanos y hermanas en el señor.
Celebramos hoy el domingo vigésimo tercero durante el año, y recordamos a menudo en nuestra Eucaristía dominical, el anuncia de salvación que hicieron los profetas del pueblo de Israel; salvación para todos los hombres y en especial para los más necesitados. Un anuncio que hizo realidad Jesús, el único capaz de curar nuestra lepra y arrancarnos de la muerte.
La presencia de Jesús nos trae la salvación, la vida nueva a la que todos estamos llamados a participar. Y su palabra realiza verdaderamente todo lo que anuncia. Nos ponemos de pie y cantamos.
SALUDO INICIAL
ACTO PENITENCIAL
Hermanos su palabra es verdaderamente vida todo lo que anuncia, y hoy continua salvando y curando a todos nosotros mediante los sacramentos, pidámosle perdón arrepentidos de todos nuestros pecados.
Ø Por que dudamos en ir a ti cuando te necesitamos
SEÑOR TEN PIEDAD
Ø Por que tu llevas sobre ti todos nuestros pecados.
CRISTO TEN PIEDAD
Ø Por que eres el hijo del padre que quitas el pecado del mundo.
SEÑOR TEN PIEDAD
GLORIA
ORACION COLECTA
Señor Jesús, que en este sacramentos admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo en la hora de la comunión, sácanos de las tinieblas del error y permanecer siempre en el resplandor de la verdad. Por Jesucristo nuestro señor.
LITURGIA DE LA PALABRA
MONICION A LA PRIMERA LECTURA Is. 35, 4-7
En la primera lectura, del Antiguo Testamento, el pueblo de Israel recibía el anuncio de salvación que llegaría al mundo con la presencia del Mesías. Escuchemos con atención
SALMO RESPONSORIAL Sal 154,7-10
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA St. 2, 1-7
Santiago es sumamente concreto e incisivo: respondiendo a situaciones actuales de su comunidad, nos habla de la igualdad de los cristianos, nos expresa que, si hay que preferir a alguien, debe ser al más pobre. Escuchemos con atención.
MONICION AL EVANGELIO Mc. 7, 31-37
Jesús, en un gesto milagroso, que confirma la iniciación de la era mesiánica anunciada por los profetas, cura a un sordomudo, por que se preocupa por la integridad de la persona, por eso sana y salva. Nos ponemos de pie para la proclamación del santo evangelio.
HOMILIA
CREDO
PLEGARIA UNIVERSAL
Queridos hermanos y hermanas, sabemos que nuestro Padre del Cielo está siempre atento a nuestras necesidades, por eso ahora, con toda humildad y confianza, presentémosle nuestras peticiones. A cada una de las peticiones responderemos orando:
"POR CRISTO, NUESTRA ESPERANZA, ESCÚCHANOS SEÑOR"
1.- Dios de bondad, te pedimos por la Santa Iglesia, para que en su palabra y en sus gestos reconozcamos el mensaje de salvación que nos da tu Hijo.
ROGUEMOS AL SEÑOR
2.- Dios de misericordia, te pedimos por nuestro Obispo y todo su presbiterio, para que tu Espíritu los planifique con sus dones y guíe a nuestra Iglesia diocesana para que se abra a la verdad, al amor compartido y a la esperanza.
ROGUEMOS AL SEÑOR
3.- Padre de todos los hombres, te pedimos por los responsables del gobierno en todos los países, para que trabajen activamente por el bien común y lleven al mundo a una auténtica y definitiva paz.
ROGUEMOS AL SEÑOR
4.- Señor de todo consuelo, te pedimos por los migrantes, para que la Virgen Madre conforte y ayude a todos los que viven lejos de su tierra, e inspire en todos, sentimientos de comprensión y acogida
ROGUEMOS AL SEÑOR
5.- Padre nuestro, te pedimos por todos los cristianos, para que fieles al mensaje de salvación de tu Hijo, lo vivamos con alegría y seamos en el mundo testigos de su palabra
ROGUEMOS AL SEÑOR
Dios y Señor nuestro, que eres la fuente de la paz y el amor sincero, te pedimos que nos concedas, junto con estas peticiones que te hemos presentado, el poder trabajar activamente para que nuestras vidas y las de nuestros hermanos, se conformen a las enseñanzas de tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA EUCARISTIA
MONICION COLECTA
Hermanos a llegado el momento de compartir nuestro logro a lo largo de la semana, seamos solidarios y generosos con nuestra colecta, que servirá para ayudar a los mas necesitados de nuestra comunidad y para el sostenimiento de nuestra parroquia.
MONICION OFRENDAS
Pan y Vino.
Señor, te presentamos estos Dones de Pan y Vino sobre la mesa del altar, junto a las ofrendas, nuestras vidas, en un sincero compromiso de trabajar en ellas y en las de nuestros hermanos, para hacer realidad el mensaje de salvación en tu reino, y nos servirá como alimento espiritual para el cambio de nuestras vidas
SANTO
PADRE NUESTRO
SALUDO DE PAZ
CORDERO DE DIOS
MONICION DE COMUNION
El Señor nos llama ahora a entrar en una íntima comunión con Él, que sólo será posible si también entramos en una íntima comunión con cada uno de nuestros hermanos, sobre todo, con los que más nos necesitan
ACCCION DE GRACIAS
Gracias mi Dios por reservar
esas grandes bendiciones para nosotros
En ti nos hemos refugiado en momentos de angustia,
nos has escondido de los que nos atacan
para que no nos alcancen sus odiosas palabras.
Tú, nuestro Dios, has sido nuestra fortaleza en momentos de dificultad,
aún cuando pensaba que estaba en soledad,
Tú nos escuchaste y nos ayudaste.
Gracias por tu protección durante todo este tiempo,
y por enseñarnos que no hay nada mejor que confiar en ti.
Enséñanos a levantarnos con valentía y fuerza,
alcanzando objetivos, concretando sueños,
Enfrentando la vida con osadía.
Que nosotros aprendamos a dejar en tus manos la venganza,
a sacar de nuestras vida las raíces del rencor,
de la amargura, el enojo y el desamor.
Sacudo de mis pies hasta el polvo del negativismo,
de la queja, la indiferencia, la duda, y la ignorancia.
Guíanos por el camino de la excelencia,
de la pro actividad y la esperanza.
Nos preparamos para comenzar hoy descansando en ti,
dejando nuestras cargas a tus pies,
alimentándonos de tus frutos deliciosos,
levantamos nuestras cabeza y el mundo enfrentamos gozosos
porque grandes bendiciones tienes reservadas para nosotros.
AMEN
MONICION DE DESPEDIDA
En el Evangelio hemos escuchado la curación de un sordo, ahora, al terminar nuestra Eucaristía dominical, hagámoslo con el compromiso de dejar que el Señor también cure nuestra sordera: a su Palabra y a las necesidades de nuestros hermanos