MONICION DE ENTRADA
Buenos días hnos. Y hnas. En CRISTO.
Hoy el Señor nos llama a todos a conocerlo, a amarlo, a poner toda nuestra confianza en el poder de su gracia, y nos convoca a todos los bautizados, como lo hiciera hace dos mil años a sus primeros discípulos, a ser sus apóstoles, los evangelizadores que Él necesita para que trabajemos en el mundo y su Evangelio llegue a todos los hombres. Con nuestra oración y nuestra profunda reflexión podremos descubrir qué es lo que hoy nos pide. Nos ponemos de pie y cantamos.
SALUDO INICIAL
ACTO PENITENCIAL
Hermanos, antes de iniciar esta Celebración Eucarística, invoquemos la misericordia del Señor, pidiendo perdón por nuestras ofensas:
Ø Por nuestra inclinación al pecado, haciendo mal uso de la libertad que Tu, nos has dado
SEÑOR TEN PIEDAD
Ø Porque nos alejamos de Ti, olvidando que eres el único camino, que nos lleva a vivir en paz
CRISTO TEN PIEDAD
Ø Porque muchas veces, no reconocemos nuestros errores y no sabemos perdonar
SEÑOR TEN PIEDAD
GLORIA
ORACION COLECTA
Oh, DIOS todopoderoso; atiende nuestras suplicas, para que con tu infinita misericordia podamos obtener tu perdón, escucha paternalmente la oración de tu pueblo, y haz que nuestras vidas se transformen en paz. Por nuestros señor JESUCRISTO. AMEN
LITURGIA DE LA PALABRA
MONICION A LA PRIMERA LECTURA Is. 6, 1-2a. 3-8
El Profeta es consciente de su incapacidad, pero ante la gracia de Dios que viene en su ayuda, responde con una entrega total para servirle en la misión a la que ha sido llamado. Es cuchemos con atención la primera lectura.
SALMO RESPONSORIAL Salm 137
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA 1Co. 15, 1- 11
El Apóstol reconoce que la gracia de Dios ha obrado en él para que sea así un fiel transmisor del Evangelio que recibió de Jesús. Escuchemos la segunda lectura.
MONICION AL EVANGELIO Lc. 5, 1 – 11
En el santo Evangelio es el mismo Jesús, como hace veinte siglos a sus primeros apóstoles, el que nos llama hoy a ser los anunciadores del mismo, en este nuevo milenio de la salvación. Nos ponemos de pie para la proclamación del santo evangelio.
HOMILIA
CREDO
PLEGARIA UNIVERSAL
Queridos hermanos y hermanas, conociendo el amor que Dios nos tiene y que nada de lo que sentimos o necesitamos le es indiferente, presentémosle nuestras necesidades con una confianza filial. A cada una de las peticiones responderemos orando:
"POR CRISTO, ESCÚCHANOS SEÑOR"
1.-Padre, te pedimos por la Iglesia y el Santo Padre, para que en su palabra, los hombres de hoy escuchemos nuevamente a tu Hijo, que pone el remo de su barca en nuestras manos y cuenta con nosotros para la pesca de cada día.
ROGUEMOS AL SEÑOR
1.-Padre, te pedimos por nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, para que en una íntima unión con ellos, formemos una Iglesia diocesana en la que emprendamos el vivir el evangelio, con autenticidad y coherencia.
ROGUEMOS AL SEÑOR
3..-Padre, te pedimos para que todos los habitantes de esta nación, vivamos de verdad tu Evangelio, y los políticos católicos asuman su responsabilidad de que no deben dar nunca su consenso a la introducción de leyes que vayan en contra de los principios morales y la ley natural.
ROGUEMOS AL SEÑOR
4.- Por nuestra Comunidad Parroquial, para que el Señor, dirija nuestro caminar, que se manifieste en un crecimiento espiritual, fuerte y solido en la fe, que nos lleve a una actitud auténticamente misionera.
ROGUEMOS AL SEÑOR
5.- Por todas y todos aquí reunidos, para que el Señor nos infunda el verdadero amor de corazón, y vivamos con nuestros hermanos, en un clima de comprensión y solidaridad.
ROGUEMOS AL SEÑOR
Señor, al expresarte nuestras necesidades, queremos pedirte que el Espíritu Santo nos de la fortaleza necesaria para poder continuar en el mundo la misión de tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
LITURGIA EUCARISTICA
MONICIÓN COLECTA
Hermanos, seamos caritativos y generosos, con quienes necesitan de nuestra ayuda y colaboración, y que son los más pobres y enfermos de nuestra comunidad. Asimismo, apoyemos solidariamente al sostenimiento de la Parroquia. Aportemos en la colecta con desprendimiento.
MONICIÓN DE OFRENDAS
Pan y Vino
Señor, ante tu altar llevamos los dones de Pan y Vino, fruto de nuestro trabajo que te presentamos, para que por tu bondad y tu amor, se conviertan en tu Cuerpo y en tu Sangre, alimento de vida espiritual, y viatico en nuestro camino de fe.
SANTO
PADRE NUESTRO
SALUDO DE PAZ
CORDERO DE DIOS
MONICION DE COMUNION
Hoy Jesús nos ha invitado a ser quienes colaboren con Él en esta nueva evangelización de nuestro continente y de todo el mundo, y para esta tarea se nos ofrece ahora como alimento.
ACCION DE GRACIAS
Te damos gracias Padre misericordioso, Dios de la vida
porque nos creaste a tu imagen y semejanza,
nos diste un corazón libre y deseoso de felicidad,
para que en libertad, decidiéramos responsablemente,
recordándonos siempre,
que nos hiciste para la vida, no para la muerte.
Lamentablemente Señor, a lo largo de nuestra vida,
siempre hubo contraste entre tu fidelidad y nuestra infidelidad,
entre tus propuestas, llenas de amor y bondad para nosotros,
y nuestras desobediencias, marcadas por el egoísmo y el pecado.
Haciendo mal uso de nuestra libertad,
caímos una y otra vez, sumiéndonos en el dolor y el sufrimiento,
haciendo vano el sacrificio de tu Hijo,
al morir en la cruz para salvarnos.
Sin embargo Señor, nunca nos abandonaste,
porque tú eres el Dios que cumple sus promesas,
porque nos amas tanto, que a pesar de nuestras fallas,
aun así quieres rescatarnos y liberarnos,
y mantienes siempre abierta la puerta de la salvación,
la única puerta, Jesús.
Gracias Padre de misericordia y fuente de vida,
Dios bondadoso y lleno de amor,
te alabamos y te agradecemos de todo corazón,
porque siempre estas pendiente de nosotros, tus hijos,
nos ofreces la felicidad perfecta y la vida eterna,
si aceptamos y decidimos caminar contigo, en la fe y en la caridad.
Envía tu Espíritu, para que transforme nuestro duro corazón,
y nos enseñe a amar, pensar, sentir y servir como Jesús,
tu Hijo y nuestro Señor. AMEN
MONICION DE DESPEDIDA Volvamos a nuestras tareas cotidianas meditando la Palabra del Señor. Él va por delante. Y, teniéndole a Él en guardia y retaguardia, podremos dudar de nuestras habilidades y capacidades pero nunca de lo que Él nos promete: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el final del mundo”.