Donde las circunstancias lo permitan, el Obispo y el nuevo párroco pueden ser recibidos en el límite de la parroquia y conducidos procesionalmente hasta la puerta de la iglesia, donde el Obispo presenta brevemente al nuevo párroco y le entrega la llave de la iglesia.
Otra forma de recibimiento consiste en que el clero, los ministros y una representación de la comunidad se dirijan a la casa parroquial para acompañar al Obispo y al nuevo párroco hasta la iglesia, efectuándose a la puerta de ésta la presentación y la entrega de la llave.
Al entrar en la iglesia, se ofrecerá agua bendita al Obispo, el cual la ofrecerá al nuevo párroco y rociará con ella al pueblo, como signo memorial del bautismo.
No obstante, el recibimiento y la presentación del nuevo párroco pueden hacerse también al comienzo de la Misa, después del saludo del Obispo. Esta forma de recibimiento es aconsejable, sobre todo, cuando después del saludo del Obispo se lee el documento de nombramiento y el párroco presta juramento según la norma del derecho.
Si el recibimiento y la presentación del nuevo párroco tienen lugar al comienzo de la Misa, se suprime el acto penitencial, entonándose, según las circunstancias, el Señor, ten piedad o el Gloria.
MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos, nuestra comunidad parroquial de El Señor de los Milagros se alegra hoy al recibir la bendición de Dios en la persona de nuestro nuevo Párroco, Padre Julio Falla Valdiviezo. Estamos muy agradecidos con Dios por los años de servicio de nuestro anterior párroco, Padre Francisco Ferrer Bravo, sabemos que el Señor que todo lo ve, sabrá recompensar sus esfuerzos y su entrega pastoral; hoy, reconocemos que el amor y la Providencia de Dios no nos abandona pues su generosidad ha provisto para esta feligresía un pastor solícito que nos guiará y apacentará. Celebremos pues la eucaristía con fe y con devoción, atentos a la Palabra de Dios y a los signos que en este día especialmente se resaltan. Sean todos bienvenidos. Nos ponemos de pie y cantando iniciamos nuestra celebración.
Antífona de entrada Is 45, 8
Cielos, destilad el rocío; nubes derramad al Justo; ábrase la tierra y brote al Salvador.
RITOS INICIALES
Reunido el pueblo, el obispo con el nuevo párroco el sacerdote con los ministros va al altar, mientras se entona el canto de entrada.
Cuando llega al altar, el obispo con el nuevo párroco hace la debida reverencia, besa el altar y, si se juzga oportuno, lo inciensa. Después se dirige con el nuevo párroco a la sede.
Terminado el canto de entrada, el obispo y los fieles, de pie, se santiguan, mientras el sacerdote dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El pueblo responde:
Amén.
SALUDO INICIAL
El sacerdote, extendiendo las manos, hace el saludo, propio del tiempo, al pueblo:
El Señor que viene a salvarnos, esté con todos ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
CORONA DE ADVIENTO
Encenderemos la cuarta vela. Como María y José, queremos recibir a Jesús y que su venida sea una luz brillante para el mundo entro. Esta luz, simbolizada en los cuatro cirios de la corona, iluminará toda oscuridad y nos hará constructores de esperanza, de fraternidad y de fe.
(Se dice la oración o se canta)
Al encender esta cuarta vela,
en el último domingo, María,
la Virgen, tu madre y nuestra madre.
Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor.
Nadie te recibió con más alegría.
Te sembraste en ella como el grano de trigo se siembra en el surco.
En sus brazos encontraste la cuna más hermosa.
También nosotros queremos prepararnos así:
en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto, Señor. Ven a salvarnos
Monición: Pueden sentarse.
Todos se sientan.
PRESENTACIÓN DEL NUEVO PÁRROCO
Monición:
Estamos reunidos hoy en asamblea eucarística para recibir al párroco de nuestra comunidad, al Padre Julio Falla Valdiviezo.
En esta celebración eucarística, Monseñor Lino Panizza, procederá a encomendar al Padre Julio la responsabilidad de guiar a nuestra comunidad a ejemplo de Cristo, Buen Pastor; uniéndose en oración a todos los miembros de la asamblea para pedir al Señor que ilumine y fortalezca con su Santo Espíritu a nuestro nuevo párroco y así cumpla con fidelidad la misión encomendada.
El nuevo párroco se pone desde hoy al servicio de esta porción de la Iglesia para constituirla en una comunidad de fe, de culto y de caridad, junto con sus hermanos sacerdotes, religiosos y laicos.
LECTURA DEL DECRETO DE NOMBRAMIENTO
Monición: A continuación se leerá el Decreto de nombramiento del nuevo párroco.
DIÁLOGO CON EL NUEVO PÁRROCO
Monición: Nuestro Obispo, Monseñor Lino Panizza, mantendrá un diálogo fraterno con el nuevo párroco, en torno a su servicio en esta parroquia de El Señor de los Milagros.
El párroco, de pie, ante el Obispo:
El Obispo:
Padre Julio, ¿prometes ser en esta parroquia de El Señor de los Milagros, pastor de los fieles en representación mía?
El párroco:
Sí, prometo cumplir con este encargo de la Iglesia, iluminado y fortalecido por el Espíritu del Señor.
El Obispo:
¿Prometes esforzarte para hacer de esta parroquia una auténtica comunidad cristiana?
El párroco:
Sí, prometo incorporar a todos mis hermanos sacerdotes, religiosos y laicos, según sus propias vocaciones y carismas, en la acción pastoral, para forjar, unidos, esta porción de la Iglesia como comunidad de fe, de culto y de caridad.
El Obispo:
¿Qué harás para que todos los miembros de esta parroquia se constituyan en una comunidad de fe?
El párroco:
Dedicaré todo mi esfuerzo para que la doctrina del Señor, pura e íntegra, llegue a mis hermanos y así puedan configurar sus vidas, personal y comunitaria, con las enseñanzas de Jesús que se encuentran siempre vivas en el Magisterio de la Iglesia.
El Obispo:
¿Qué harás para que todos los miembros de esta parroquia se constituyan en una comunidad de culto?
El párroco:
Prepararé y presidiré diligentemente su asamblea litúrgica a fin de que cada celebración sea expresión genuina de fe y fuente inagotable de gracia divina que impulse a una vida comprometida sinceramente con los hombres.
El Obispo:
¿Qué harás para que todos los miembros de esta parroquia se constituyan en una comunidad que sea testimonio de vida en la Iglesia y ante el mundo basada en el amor?
El párroco:
Me esforzaré para que todos los miembros de esta comunidad se inspiren, como hijos de un mismo Padre y hermanos en Jesucristo, el Señor, en una auténtica fraternidad cristiana que supera toda marginación y sea en el mundo la raíz más profunda de su solidaridad.
El Obispo:
Que Dios te confirme en tu santo propósito y el pueblo a ti confiado te acompañe con su oración. Por Jesucristo nuestro Señor.
El párroco:
Amén.
Monición:
Demos gracias a Dios.
A continuación el párroco vuelve a su sitio.
RITO DE LA BENDICIÓN Y ASPERSIÓN DEL AGUA
Este rito puede hacerse en todas las misas dominicales, incluso las celebradas en las últimas horas de los sábados por la tarde.
La bendición y aspersión del agua se hace después del saludo inicial y ocupa el lugar y la función del acto penitencial del comienzo de la misa.
El obispo invita al pueblo a la plegaria, con estas palabras u otras semejantes:
Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que bendiga esta agua, que va a ser derramada sobre nosotros en memoria de nuestro bautismo, y pidámosle que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Después de una breve oración en silencio, prosigue con las manos juntas
Dios todopoderoso y eterno,
que por medio del agua,
fuente de vida y medio de purificación,
quisiste limpiarnos del pecado