Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

Presentación

  • : Ministerio de Liturgia
  • : Moniciones, Evangelio diario El Santo Rosario Sabias que? Pensamientos vivencias diarias
  • Contacto

Páginas

14 octubre 2009 3 14 /10 /octubre /2009 11:51
  • Primera Lectura: Romanos 2,1-11

     

     

    Tú, el que seas, que te eriges en juez, no tienes disculpa; al dar sentencia contra el otro te condenas tú mismo, porque tú, el juez, te portas igual. Todos admitimos que Dios condena con derecho a los que obran mal, a los que obran de esa manera. Y tú, que juzgas a los que hacen eso, mientras tú haces lo mismo, ¿te figuras que vas a escapar de la sentencia de Dios? ¿O es que desprecias el tesoro de su bondad, tolerancia y paciencia, al no reconocer que esa bondad es para empujarte a la conversión? Con la dureza de tu corazón impenitente te estás almacenando castigos para el día del castigo, cuando se revelará el justo juicio de Dios, pagando a cada uno según sus obras. A los que han perseverado en hacer el bien, porque buscaban contemplar su gloria y superar la muerte, les dará vida eterna; a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia, les dará un castigo implacable. Pena y angustia tocarán a todo malhechor, primero al judío, pero también al griego; en cambio, gloria, honor y paz a todo el que obre el bien, primero al judío, pero también al griego; porque Dios no tiene favoristismos.

     

     

  • Salmo Responsorial: 61
    "Tú, Señor, pagas a cada uno según sus obras"

     

     

    Sólo en Dios descansa mi alma, / porque de él viene mi salvación; / sólo él es mi roca y mi salvación, / mi alcázar: no vacilaré. R.

    Descansa sólo en Dios, alma mía, / porque él es mi esperanza; / sólo él es mi roca y mi salvación, / mi alcázar: no vacilaré. R.

    Pueblo suyo, confiad en él, / desahogad ante él vuestro corazón, / que Dios es nuestro refugio. R.

     

     

  • Evangelio: Lucas 11,42-46
    "¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley!"

     

     

    En aquel tiempo, dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un maestro de la Ley intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros." Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!"

     

    Homilía para hoy, escucha:
    Lucas 11,42-46
    El Santo Rosario, oremos juntos:
    El Santo Rosario - Misterios Gloriosos

                                      Sabías que...
    Arcángel Jehudiel su nombre significa: "Alabanza de Dios".

    Pensamientos

    La caridad es el centro que une a la comunidad con Dios y a todos sus miembros entre si; contribuye a la unión de los corazones y los vincula indisolublemente a Dios.

    San Vicente de Paúl



    "Empiecen a hacer lo que sea necesario, luego hagan lo que sea posible, y repentinamente estarán haciendo lo imposible"
                                                                                                                                                   San Francisco de Asis

     
    Que las palabras estén vivas...

    ¿Cuántas palabras has dicho o escrito hoy? Tal vez un correo. O has cambiado tu “estado” en tuenti o facebook. O en el tablón de un amigo has puesto un comentario. Quizás alrededor de un café has hablado de tal o cual persona, has compartido consejos, has intercambiado ideas. O has hablado por teléfono con tu madre, que, más allá de las palabras concretas, en cuanto oye tu tono de voz sabe si estás bien o no… Ahora mismo estás asomándote a este artículo, en el que, por cuestión de espacio, las palabras están contadas.

    Vivimos saturados de palabras. Nos asaltan desde las canciones, están en los perfiles virtuales, en libros, en mil y una conversaciones. Hablamos, decimos, escribimos, escuchamos, leemos… Algunos, por las situaciones concretas que nos ha tocado vivir –escribir, leer, predicar-, estamos aún más metidos de lleno en ellas. Y de tanto usarlas, tal vez puedan perder el sentido.

    Empiezas a darlas tan por sentado que no te das cuenta de lo mucho que significan. Entonces hablas, pero no vives. Y puede que se te llene la boca con palabras como “alegría”, “amistad”, “fe”, “hermano”, “evangelio”, “amor”. Pero, quizás, un día te das cuenta de que la alegría no es tan profunda, que eres un amigo pésimo, que tu fe vive de rentas o que el amor es solo la letra de una canción. No quiero sonar dramático ni tremendo. Es solo que a veces asusta convertir la palabra en cháchara.

    Hay circunstancias en la vida que te enfrentan, de golpe, con el verdadero sentido de las palabras. Situaciones en que lo auténtico no se puede camuflar, lo superficial se desmorona y emerge la desnudez de lo real. Y aunque asusta y quizás duele pensar en la vida en serio, también tiene bastante de oportunidad. Es la ocasión de callar, de silenciar la palabrería, de dejar de abusar de versos gastados… para retomar la palabra sincera. Para recordar que la vida no es un juego. Para que cuando vuelvas a pronunciar, con delicadeza, palabras hermosas… como es un “te quiero”, lo puedas hacer consciente de la belleza, la hondura, la promesa y el compromiso que hay detrás.

    Un último apunte, desde la fe. Decimos que Jesús es la Palabra de Dios. Una palabra que prescinde de falsedad o vacío. Una palabra viva y vivida. Pues también desde la fe, y quizás con minúscula, nosotros podemos ser palabra de ese mismo Dios en este mundo. Una palabra de amor.

    José María R. Olaizola, sj
    http://www.pastoralsj.org


    Poesía

    No dejes de amarnos

    ¡Qué extraño trato con Dios...!
    ¡Señor, concédeme esto!
    ¡Señor, que consiga tal cosa!
    ¡Señor, cúrame!
    Como si Dios no supiera, mejor que nosotros,
    lo que necesitamos.
    ¿Acaso el pequeño dice a su madre:
    “Prepárame tal papilla”?
    ¿O el enfermo al médico:
    “Recéteme tal medicina”?
    ¿Quién podrá decir si lo que nos falta
    no es cosa peor que lo que tenemos?
    Digamos, pues, tan sólo esta plegaria:
    “Señor, no dejes nunca de amarnos...”


    Raoul Follereau
    .


    Meditación


    Las seres más exitosos y felices son aquellos que hacen que los demás se sientan bien consigo mismos cuando están con ellos. Cuando vas por la vida elevando la autoestima de los demás, se te presentarán muchas oportunidades y la gente te ayudará hasta extremos inimaginables.
    Aprovecha toda oportunidad que se te presente para decir y hacer cosas que hagan que la gente se considere más útil. Cada vez que tengas un detalle amable hacia otra persona mejorarás tu propia autoestima.
    Tu propia personalidad se hace más positiva y sana. Cualquier sentimiento que expreses hacia tu prójimo se impresiona en tu propia mente.
                                                                                                                                        Elías Benzado
    Punto de Vista, muy interesante:
Compartir este post
Repost0

Comentarios